Geo-Lab ecosystem es un laboratorio integral autónomo de investigación, desarrollo y divulgación basado en la naturaleza, impulsado por la ecóloga y agroecóloga Geovana Carreño Rocabado. La propuesta nace de más de 25 años de experiencia en diversas áreas de la investigación básica, aplicada y asesoramiento en consultorías locales e internacionales.
Surge desde una necesidad crativa como una alternativa a sistemas formales de investiagción, especialmente en contextos donde esta no cuenta con recursos ni apoyos suficientes. Emerge también como una alternativa de apoyar a la conservación de la biodiversidad con enfoques complementarios de negocio sostenibles de triple impacto.
Geo-Lab articula tres grandes áreas de acción: ciencia aplicada, storytelling (narrativa) y orfebrería, buscando combinar lo científico, lo estético y lo narrativo para generar conocimiento accesible y motivador. Un componente importante para las acciones en Geo-Lab es enriquecer sus actividades y productos con expresiones de arte visual y narrativo.
Geo-Lab plantea formar una estructura colaborativa y horizontal en la que investigadores locales (Bolivia) y externos puedan desarrollar proyectos de conservación, manejo sostenible y producción con base científica.
Objetivos
Fortalecer y crear condiciones para que investigadores locales y externos contribuyamos a la generación —y, lo más importante— a la aplicación de evidencia científica en proyectos de conservación, manejo y producción sostenible, socialmente equitativos y ambientalmente justos.
Construir una estructura de investigación-acción colaborativa, donde de manera conjunta se puedan desarrollar líneas de investigación que vayan más allá de las dinámicas impuestas por las oportunidades de financiamiento.
Integrar las expresiones de arte visual y narrativo como complemento para construir y escalar esfuerzos de conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
Principios de trabajo
La seguridad y soberanía científica son fundamentales para que los pueblos logren un desarrollo urbano y rural que respete la capacidad de los ecosistemas, los medios de vida sostenibles y las culturas.
Contar con información científica disponible y accesible, así como desarrollar las capacidades y condiciones para saber usarla, son dimensiones clave para alcanzar la seguridad y la soberanía científica.
Busco que mis diferentes proyectos consideren siempre estas tres dimensiones:
1) DISPONIBILIDAD DE INFORMACIÓN
Se relaciona con la identificación de vacíos y la generación de información científica que sea replicable, verificable y extrapolable a contextos específicos.
Mejorar la disponibilidad también implica fortalecer a ecólogos, agroecólogos y técnicos locales para que lleven a cabo investigaciones propias.
2) ACCESO A LA INFORMACIÓN
La información existe, pero muchas veces no es accesible por debilidad en las redes de trabajo, por ser presentada de manera muy compleja para ciertos públicos, o simplemente por limitaciones institucionales.
En mi trabajo promoveré y facilitaré redes de colaboración entre investigadores locales e internacionales, y buscaré maneras de traducir e interpretar la información científica a un lenguaje sencillo y visual.
3) USO Y APLICACIÓN
La información puede estar disponible y accesible, pero no siempre se utiliza, o se prefiere recurrir a fuentes de menor fiabilidad.
A veces, quienes desean usarla enfrentan debilidades para analizarla y evaluar su utilidad o veracidad.
Uno de los enfoques centrales de mi trabajo es apoyar y formar investigadores jóvenes, para que fortalezcan sus capacidades en la búsqueda, análisis, generación y uso adecuado de información científica de fuentes verificables.
Geovana lider de Geo-Lab
Durante varios años (más de 20) he estado dinamizando diferentes iniciativas que me permitieran trabajar de manera autónoma, pero al mismo tiempo colaborativa, en temas urgentes, importantes y necesarios relacionados con las ciencias ambientales.
Desde mi formación como investigadora, ecóloga y naturalista de corazón, ha sido un desafío mantener con dignidad esta línea de trabajo y forma de vida. Vivir en un país como Bolivia, donde la investigación no es una prioridad y la carrera de investigador ofrece muy pocas oportunidades tanto dentro como fuera de la academia, nos obliga a ser creativos y a buscar maneras “out of the box” para seguir adelante y hacer realidad nuestros sueños.
Animarme a crear mi propio laboratorio responde a mi ambición profesional de —¿por qué no?— lograr este objetivo fuera de los sistemas convencionales. Al fin y al cabo, la innovación surge de las necesidades que el contexto presenta y de las expectativas que uno guarda en el corazón.
Aquí voy nuevamente en el intento… abril de 2025.